(Envío de Fleming, comentes de Bystander.)
La avenida de los Insurgentes, una de las principales vialidades del Distrito Federal, se convirtió en un canal de aguas negras, debido a que la empresa española OHL (joder!!!), que construye el tren suburbano, rompió el colector del drenaje (léase, el mierdero).
Además de que se interrumpió el tránsito vehicular sobre Insurgentes, en el tramo del Eje 1 Norte a Tlaltelolco, también se afectó el servicio que presta el Metrobús (oda a la eficiencia interrumpida); mientras que la antigua estación del tren se inundó en su totalidad, al igual que la reciente biblioteca José Vasconcelos, cuyos libros flotaban sobre las aguas negras (delicioso manjar cultural, a la carte!!!).
Al realizar las labores de “taponamiento” del ducto, “la maquinaría pesada que se utilizó, por equivocación (jejeje, ni con elegancia la libran), rompió la tubería de 38 pulgadas de la red primaria de agua potable, por lo que la fuga aumentó peligrosamente.
ENTRE AGUAS PESTILENTES. Con inundaciones de más de metro y medio de altura (mejores que las marichelobeaches), los vecinos de la colonia Santa María la Rivera (haciendo honor a su name) fueron despertados el día de ayer por el fuerte olor a agua podrida (metamotivación experimental), posteriormente se percataron que sus viviendas se encontraban inundadas, por lo que el pánico los invadió ya que no sabían de qué se trataba (o si nadar en piyamas jejjee, sorry).
Informó que al menos 40 personas fueron atendidas por problemas de salud, como hipertensión, padecimientos cardiacos, respiratorios e intestinales, derivados del olor del agua podrida, así como por la crisis nerviosa que registraron algunas personas que pensaron que perderían su patrimonio (a partir de hoy, incluso abortos podrán practicarse por "el agua podrida", yeah).
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Y aquí le paramos a este episodio más de... la Ciudad Capital!!!
1 comentario:
Hola elshah
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